Ocho cambios en las etiquetas de lo que compramos en el súper.Fuente: EL PAÍS
La nueva normativa de la Unión Europea, que entró en vigor el 13 de diciembre pasado, introducecambios en el etiquetado de los alimentos. Algunos de los cambios respecto a la actual son:
- Letra más grande y legible.
- Las etiquetas deben dejar claro las sustancias que pueden producir alergias o intolerancias, por ejemplo la leche y los frutos secos deberían estar escritos en distinto color, letra o en negrita.
- Origen del producto.
- La procedencia de las grasas. Hasta ahora sólo se indicaba si eran vegetales, animales o hidrogenadas. En las nuevas etiquetas se indicará qué tipo de aceite vegetal contiene, si es de oliva, de girasol, de coco o de palma; esto es muy importante, ya que los aceites de coco y de palma llevan muchos ácidos grasos saturados, que son muy perjudiciales para la salud cardiovascular. Lo peor es que las grasas trans no están recogidas en esta norma.
- Será obligatorio hablar de sal, no de sodio.
- Fecha de congelación. Los productos que han sido descongelados antes de ponerse a la venta tienen que especificarlo, así sabemos si los podemos congelar o no en casa.
- Si un producto no es exactamente lo que parece (por ejemplo gulas), los alimentos de sustitución irán etiquetados en el envase y si el alimento da la impresión de ser una sola pieza de carne o pescado y no lo es deben quedar claro todos los productos utilizados.
- Información nutricional. Aunque ya estamos acostumbrados a verla en muchos alimentos, no será obligatoria hasta diciembre de 2016. Debe figurar la información sobre energía, grasas saturadas, carbohidratos, proteínas, azúcares y sal. Se deben indicar las cantidades por 100 gr o 100 ml y el porcentaje que representan sobre la cantidad diaria recomendada (CDR).
- La información nutricional debe estar en el mismo campo visual, no repartida en el envase.