Podemos afirmar que se trabaja con orientación a la agenda, a la tarea, a la actividad, más que con orientación al usuario. Por tanto, proponemos igualmente una reestructuración de las agendas, a modo de estrategia global de consenso en los centros, que contribuya a la personalización, y a la mejora de la eficiencia y la gestión del tiempo de atención, por los siguientes motivos:
‐ Aumenta la capacidad de organización personal
‐ Permite orientarse al usuario
‐ Disminuye la sensación de estrés
‐ Permite una mejor evaluación del desempeño
‐ Permite adaptarse a las necesidades de determinados usuarios
‐ Permite una organización más óptima de la atención domiciliaria
‐ Da cabida a la atención a demanda
‐ Posibilita la Gestión compartida de la demanda
‐ Aumenta la efectividad y la eficiencia
‐ Disminuye la variabilidad en la práctica clínica
‐ Aumenta la responsabilización
El modelo de agenda enfermera que planteamos, es una agenda sin parcelas, sin CULTO A LA TAREA, sin que el centro de atención sea la TAREA o LA ACTIVIDAD, sino la realidad asistencial que en cada momento planifique la enfermera de manera individual, complementaria con el médico, y en relación a las necesidades asistenciales que su cupo de pacientes plantea.
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