- Cupos grandes y complejos. Los cupos pequeños, de poca complejidad, reducen la competencia profesional y en ellos la calidad baja y el consumo sube. ( Ver : Michael Jackson y el Tamaño del Cupo, en el blog de Rafa Bravo).
- Saben más medicina de base y adquieren más dominio por tener cupos más grandes y complejos que les ofrecen más “horas de vuelo” en la complejidad.
- Tienen un estilo de resolver, no de entretener, atender o controlar.
- Tienen más capacidad de establecer relaciones con sus colaboradores, otros médicos del equipo, médicos del hospital, enfermería, auxiliares, etc. en beneficio del paciente.
- Se empeñan en ‘cerrar el caso’ hoy y evitan visitas inútiles y el “vuelva Ud. mañana”.
- Establecen un estilo de valor y rechazo a la nadería.
- Le dicen NO, al paciente, con cierta frecuencia.
- Creen en las personas y los pacientes lo perciben.
- Son capaces de compadecerse ante el dolor.
- Se empeñan en que sus pacientes sean “más sanos y más sabios”, no más imbéciles y dependientes, por lo que eluden el paternalismo de manera determinante.
- No confunden su rol de médico con el de amigo. Aunque los aprecien, no son amigos de sus pacientes, y evitan así la manipulación por su parte.
- Organizan su tiempo y su agenda.
- No ven a sus pacientes como seres inamovibles y predeterminados o estigmatizados con ‘Sanbenitos’, pues reconocen que son reactivos a su propio comportamiento médico.
- Usa al sistema (especialistas, enfermería, auxiliares) en beneficio del paciente, aunque deba presionar y reñir más de una vez generando crisis en el equipo.
- Antepone el paciente a las corruptelas de organización interna.
- Y lo más importante, pregunta “¿En qué puedo ayudarle?”
sábado, 30 de marzo de 2019
¿Qué claves de comportamiento y condiciones del desempeño hemos encontrado en los profesionales excelentes?:
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