En el mercado existen dos tipos de mascarillas:
las quirúrgicas, que son las más comunes y están hechas de tela; y las de protección respiratoria de tipo FFP2 y FFP3, que son altamente efectivas, por lo que se utilizan en laboratorios de microbiología de alto riesgo, «o cuando se hace una exploración en las vías respiratorias a un caso de gripe porcina confirmado», explica a ABC.es la doctora Asunción Moreno, miembro de la
Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario